Montes

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La propiedad de los montes del término de Eugi es compleja, no exenta de pleitos e interpretaciones, y claramente diferente al resto de entidades locales de Navarra.

Las interferencias de la Corona, las expropiaciones en beneficio del bien común, las posteriores ventas a marqueses y condes, la existencia y explotación de las Reales Fábricas, y los derechos adquiridos en todo este tiempo por otros valles, han derivado en una situación actual de propiedad que no acaba de dejar satisfechos a todos.

 

QUINTO REAL

El País del Quinto, Kintoa, o Quinto Real, es una franja de tierra, propiedad actualmente de los valles de Erro y de Baztan, que nos habla de impuestos, de acuerdos internacionales de facería, de pleitos y litigios pastoriles, de capitulaciones ratificadas por los reyes de España y de Francia...

Quinto Real es también punto de encuentro entre pastores de ambos lados, son pastos compartidos, es el escenario de una misma cultura pastoril vivida en una misma lengua.

 

ERREGERENA, UN MONTE REAL

El nombre primitivo debió ser el de Basasu; y en la Edad Moderna se le conoció indistintamente con los nombres de Artesiaga y Erregerena, siendo esta última la denominación mayoritariamente empleada y la oficial en la actualidad.

Se trata de un monte que antiguamente, mediante el sistema de expropiación, perteneció a la Corona y al Estado, en donde parece que pudo haber una importante fragua. Ubicado dentro del término municipal de Esteribar, al norte del término de Eugi.

La propiedad de este monte es una fuente inagotable de conflictos. En 1775 la Real Hacienda lo compró al marquesado de Góngora, su propietario desde 1528. El derecho de aprovechamiento, de sol a sol, que sobre este paraje tuvieron los baztaneses derivó en 1919 en una Real Orden que dictaminó que 577 hectáreas pasaban a ser propiedad del valle de Baztán, y 939 hectáreas quedaban para el Estado, pasando estas últimas en 1987 al Gobierno de Navarra.

Actualmente, y aunque Eugi se negó a firmar este acuerdo, la propiedad de Erregerena está compartida en un 50% entre el valle de Baztán y Eugi; si bien los beneficios forestales están repartidos en un 90-10 a favor de los baztaneses.

LEGUA ACOTADA

Estamos ante otro antiguo monte del Estado. En 1496 el concejo de Eugi concedió a Martín Aguirre y a Juan Lesaca facultades para establecer en estos terrenos una ferrería, con el correspondiente arbolado para abastecer a ésta. Los beneficiarios transmitieron posteriormente esos derechos al Estado. Así empezó el conflicto.

El virrey se impuso, y en 1575 mandó acotar con mojones toda la “propiedad”, denominándose desde entonces Legua Acotada. A partir de ese momento la titularidad de estos montes fue una sucesión continua de pleitos, sentencias y decretos.

Actualmente Legua Acotada es propiedad de los concejos de Eugi, Erro y Zilbeti.

LAS HERRAMIENTAS DEL MADERISTA

La explotación forestal, bien para carpintería, para leña, o para la elaboración posterior del carbón, ha estado presente en Eugi desde hace muchos siglos, y de una manera mucho más intensa que en otros lugares. Antaño fueron robles los que se cortaban en los montes de Eugi, pero desde hace muchos años es el haya el árbol protagonista de esta actividad.

Cuña.- Pieza de hierro que se emplea para rajar la madera, especialmente los nudos.

Hacha.- Herramienta tradicional de uso muy generalizado, con filo ligeramente curvado, que sirve para cortar troncos. De uso manual. A diferencia de otras localidades de Navarra el hacha no recibía ningún otro tipo de nombre, salvo su denominación en euskera: aizkora. En los últimos años las hachas que mayoritariamente se empleaban eran las Erbiti, de Leitza.

Maza.- Herramienta que solían llevar los maderistas fijada a su cintura. A modo de martillo, se empleaba para clavar las txingas, o para rajar la madera mediante el uso de cuñas de hierro.
Estaba formada esta herramienta por una maza percusora de hierro (antaño fueron de madera), con un orificio en su parte central que recibía un mango de madera para posibilitar su manejo.

Pica.- Abrazadera redonda de hierro dotada de una pequeña punta recta y de otra punta curvada, a modo de gancho. Esta pieza recibía una larga vara de madera, o mango.
Las picas se empleaban en las tareas de barranqueo para conducir y manejar los troncos, desde la orilla, durante su transporte por el cauce de los ríos y regatas.

Tarratulo.- Barrena para perforar la madera.

Tranca.- Recia vara de madera, acabada en algo de punta en uno de sus extremos, que se empleaba para apalancar y mover los troncos grandes.

Tronzador.- Sierra alargada y de filo dentado curvo, cuyo manejo y diseño requiere la participación de dos personas.

Txinga.- En otros sitios clavillote. Pequeña punta de hierro que en su extremo percutor luce una pequeña argolla de hierro. Una vez que los troncos están listos para el arrastre, con una maza se les clavaba en un extremo la txinga, y a ésta iba unida la cadena de arrastre de las caballerías, o de los bueyes en otro tiempo. Todavía los mayores de Eugi recuerdan el arrastre de troncos con las caballerías por la regata de Preseta.
El arrastre de madera en los últimos años se hizo con tractores.

Zapino.- Herramienta de hierro, de forma curvada y apuntada, que en su parte más ancha recibe un mango para su manejo. No eran muy comunes en Eugi, pero se llegaron a usar para volver los troncos de pino.
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